viernes, 22 de febrero de 2013

EL PINO ESRENGADO

Un conjunto de pequeños caseríos componen la parte alta de Icor, La Fuente Nueva, Lomo Oliva, La Florida, Madre del Agua, La Chajaña, El Bueno, Los Colmeneros. Están ubicados en el Noreste del municipio, entre los 600 y 900 metros de altitud, encontrándose entre 8 y 14 kilómetros de distancia estos caseríos del eje principal. 

El aislamiento y la evolución histórica de las Islas Canarias llevó a producirse un gran éxodo entre la población de la zona, lo que se ve reflejado en la gran cantidad de casas y cuevas abandonadas, que reflejan un pasado de gran desarrollo vinculado principalmente a la agricultura. Es un verdadero lujo recorrer estos Altos de Arico, en El Bueno, por un pinar típico de la vertiente Sur, con esa mezcla de colores del ocre del jable o zahorra y el verde de los pinos, o el azul del cielo y del océano.

Cuando uno se embriaga en un paisaje insospechado, lleno de cerrajas, pinocha, escobones, jaras..... Cuando a veces se puede ver correr el agua por las "tajeas" y los canales, imaginas a las personas que durante siglos han recorrido estas tierras, a buscar leña, a cambiar semillas al norte, a trabajar en las galerías, a enamorar...recuperando fuerzas en su frescura. ¡Cómo puede uno querer tanto a un pueblo si no es habiendo conocido su historia y sintiendo el agasajo de sus moradores!
La gente del Bueno conserva el carácter ancestral del espíritu hermanado a la tierra, a las costumbres, a las tradiciones, a la cultura agrícola, gente fiel al respeto y sobre todo a la palabra.



Es en este paraje, en el que nació la persona que me inculcó, junto con mi madre, el respeto a nuestras costumbres y tradiciones, mi padre, hombre de El Bueno de Arico. En este pino esrengado es donde mi padre y sus hermanos disfrutaron de su infancia y donde mis hermanos y yo, junto con nuestros primos, aprendimos y conocimos sus juegos y  batallitas.



El pino esrengado tiene más de tres siglos de vida y una peculiar forma de bandera, en aptitud perezosa o decaída, que tiene su semejanza en la Sabina de la Dehesa de el Hierro. Con más de dos metros y medio de altura y unos seis metros de perímetro, esta singular forma, según me contó mi abuelo Papa Yano, se gestó en la época de crecimiento, debido a los fuertes vientos que asolan la zona, al encontrarse encaramado en lo alto de una loma, totalmente desprotegido.



Perezoso, decaído, cansado

afincado en la tierra,
tránsfuga del cielo.
Nace en las tierras del sur
un pino esrengado
con alma de sabina.
Se estremeció por los alisios
no alcanzó a las estrellas
pero reafirmó sus raíces.

(José Sacramento)





2 comentarios:

  1. Impresionante, la pena que este puesto en peligro su existencia por Unelco.

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    1. Tienes toda la razón, en otro municipio, provincia o región estaría totalmente protegido seguramente, pero..........
      Saludos

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