jueves, 29 de marzo de 2012

GUACHINCHE EL CHURRASCO

Si todos tenemos la idea que un Guachinche, que es un sitio donde se vende vino de su propia cosecha, tres platos de comida y uno para picar, sin postres y sin refresco, no cabe duda que estamos en el Guachinche El Churrasco. En la zona del Zacatín, en los altos de la Corujera de Santa Ursula, se encuentra éste conocido lugar, famoso por sus churrascos y pollos a la brasa así como por su vino tinto a granel o embotellado con el nombre de Bodega Zacatín.

 

En este Guachinche propiedad de José Eladio tiene cabida todo el mundo, como muy bien a recreado en este mural, que quiera pasar un día de Parranda y risas con la familia o los amigos, respetando nuestras costumbres y tradiciones.


Este es el amigo José Eladio, trabajador incansable y buena gente, al que ayudan su esposa y sus hijos.


 El menú del Guachinche es el siguiente: queso y fabada  para picar y pollo o churrasco a la brasa como plato principal.




Como siempre el Grupo de amigos Guachincheros y Parranderos, cada día mas grande, visitamos este Guachinche, para celebrar el cumpleaños de May Valido. Felicidades. 


GUACHINCHE LOS TONELES






 



TELEFONO: 616 63 16 64 PEDRO

DIRECCION:
CALLE CHINCANAYROS
38293 SAN CRISTOBAL DE LA LAGUNA


miércoles, 21 de marzo de 2012

EL GUACHINCHE DE LETI

Vera de Erques, perteneciente al municipio sureño de Guía de Isora es un pueblo situado a unos 700 metros sobre el nivel del mar, siendo sus casas de carácter rural, construidas la mayoría de ella entre el siglo XVIII y el XIX que conservan su estilo tradicional. Es precisamente su situación geográfica lo que hace que tenga unas privilegiadas vistas sobre el mar y unos inolvidables atardeceres.




En este paraje del sur se encuentra situado el Guachinche Leti, atendido por su propietario Manuel Mora en la finca de su propiedad. Finca que sin tener una gran producción de uva, si tiene una particularidad su vino, es tinto, utilizando cepas de Negramoll que dan lugar a vinos ligeros, suaves y aromáticos de gran calidad cuando son jóvenes y algunas cepas de Cabernet Sauvignon de origen francés, es la típica de los tintos de Burdeos, ideal para vinos de crianza, tiene un color intenso, taninos vigorosos y un aroma penetrante de violetas y bayas.

El Guachinche Leti guarda la esencia de estos establecimientos, vino casero, frutos secos, mojo verde de cilantro y mojo rojo. 


Para a continuación obsequiarnos con sus garbanzas, costillas frescas fritas y papas con piña y costillas. El postre casero de galletas realizado por la esposa de Manuel me recuerda mucho al de mi abuela.

El Guachinche Leti abre por el mes de noviembre y cierra a finales de marzo, que es cuando tienen calculado que terminan con las existencias de vino, hasta el siguiente mes de noviembre cuando tendrán el vino nuevo de la próxima cosecha.

Mis buenos amigos Raquel, Mingo y Zoraida me acompañaron en esta visita diurna al sur, donde pasamos un largo y entrañable día para recordar, gracias amigos.

Este es Manuel Mora propietario de la finca, las viñas y el Guachinche.




El FUEGO de BRONCE

Sinopsis 

En julio de 1979, estando España en guerra con Gran Bretaña, y la Armada Española (luego de la desastrosa derrota sufrida en el cabo de San Vicente) bloqueada en Cádiz por la británica, el Archipiélago de las Canarias se encontraba absolutamente aislado e incomunicado. Es entonces (después de una minuciosa preparación) cuando el almirante Jervis, comandante de la poderosa escuadra británica que bloquea a la española, de acuerdo con el entonces recién ascendido a contralmirante Horatio Nelson, decidió el ataque a la plaza fuerte más importante de Canarias, donde se halla la Comandancia General: Santa Cruz de Tenerife. En los planes ingleses no cabía otra cosa que la victoria y la posterior invasión de la isla, y posiblemente del resto del archipiélago, donde apenas había guarnición militar. Meses antes, en la noche cerrada, buques de guerra británicos apresan barcos españoles y alguno francés (nación aliada de España) en la misma rada chicharrera (así llamados los habitantes de este pueblo de pescadores, por la abundancia de chicharros en sus aguas). Las sencillas gentes de la isla se temen lo peor; la incertidumbre y el miedo a la invasión hacen presa en la población. 

Pero al frente de las fuerzas españolas (entonces la primera autoridad militar también era la primera autoridad civil) se hallaba un militar escepcional, experimentado, buen conocedor del británico, con quien en su larga carrera castrense se había enfrentado y vencido en varias importantes ocasiones (entre otras en la recuperación de Menorca): el general D. Antonio Gutiérrez González-Varona, quien prepara la mejor defensa posible, dado los escasísimos medios con los que contaba. 


En El Fuego de Bronce se narra la Gesta del 25 de Julio de 1979; la grandiosa y olvidada Victoria española sobre una formidable fuerza británica comprendida por 9 buques de guerra (con 383 bocas de fuego) y 2.000 infantes de marina y marineros altamente instruidos y experimentados. No llegaban a 400 los soldados profesionales (incluyendo los 110 marineros de La Matiné (corveta francesa apresada en la rada dos meses antes), más 1.300 milicianos, campesinos analfabetos, apenas instruidos y mal armados (sólo contaron con mosquetes menos de 200 hombres, siendo aperos de labranza las armas que empuñaron la mayoría). En la playa junto al Castillo de San Cristóbal perdió Nelson el brazo derecho y casi pierde la vida. El mismo Nelson que ocho años después venció, entregando su vida, en la Batalla de Trafalgar. 

En la novela se suceden historias de amor y amistad, así como de odios y rencores, entrelazadas con los hechos reales: actos de heroísmo y deserciones cobardes; el amargor de la derrota y el entusiasmo en la victoria. A través de los personajes de ficción y los reales se conocen las costumbres de la época; las marcadas diferencias sociales; la profunda sociedad rural de finales del s. XVIII, en unas islas muy lejanas del Continente Europeo. Los hechos históricos se ciñen fielmente a las fuentes documentales, constituyendo la novela en su conjunto una narración intensa y emocionante. 

Creo poder asegurar que El Fuego de Bronce es la primera novela que narra este importantísimo acontecimiento (y esta circunstancia siempre constituye un aliciente para el lector), que pudo haber cambiado el curso de la Historia. Si Nelson hubiese alcanzado su propósito, hoy Tenerife o Canarias al completo (apostaría yo) serían otro Gibraltar; y este hecho es desconocido por la inmensa mayoría de la población, no sólo peninsular, sino canaria. 
  
                                

                                                      Extracto de “El Fuego de Bronce” 

Serían las cinco de la tarde cuando don Cosme, don Paco y Fabián atravesaban el umbral de la puerta de la taberna. Sentadas en una de las mesas, Carmita y Segismunda, apoyando los codos sobre el mueble de pino, inclinadas hacía delante, inconscientes, mostraban sus escotes generosos. Los dos viejos se miraron con picardía. Fabián fijó los ojos en la posadera, que le pillaba más de frente. El muchacho sintió un calor que recorrió todo su cuerpo. Hacía tiempo que no experimentaba aquella sensación de estupor y excitación a la vez. Durante unos instantes, se quedó obnubilado por visión tan espléndida.

—Buenas tardes, señoras —saludó don Cosme, quitándose el sombrero negro, acartonado por el uso y la porquería acumulada a lo largo de los años. 

Las mujeres miraron a los recién llegados y devolvieron el saludo. 
Segismunda giró la cintura y apartó hacía atrás la silla. Al hacer el movimiento, se inclinó aún más hacia delante y su escote creció un segundo, hasta que se puso de pie. Ese segundo fue captado por Fabián, como la lechuza hambrienta que descubre un ratón. El tullido abrió los ojos como dos platos de porcelana y la boca como una olla de cobre. Ese segundo pasó fugaz, pero a Fabián la imagen se le grabó en sus pupilas para siempre. Se sintió estremecer por dentro, y un calor sofocante le invadió de súbito. Entonces, Carmita ejecutó un movimiento parecido y sus pechos se balancearon de forma parecida a los de Segismunda, salvo que los de la posadera eran aún más abundantes. Fabián sintió que se le iba la cabeza, la rodilla sana cedió a su peso. La pierna le tembló y estuvo a punto de caerse. 

—¿Te pasa algo, muchacho? —inquirió don Paco, que se había percatado de la circunstancia y lo sostuvo por un brazo. 

—Nada, don Paco —dijo, volviendo a la vida real—. Eso es lo que yo quisiera, don Paco, que me pasara algo. 

—No te entiendo, Fabián. 

—Pues yo sí que entiendo al muchacho —dijo don Cosme, señalando con la mirada a las mujeres. 

—¿Una cuartita de vino? —preguntó Carmita, sonriente y contenta, como siempre que daba la bienvenida a los primeros clientes de la tarde, más aún si se trataba de lugareños apreciados como los dos ancianos y el tullido. 

—Yo un vasito de aguardiente —dijo don Cosme. 

—Yo otro —dijo don Paco. 

—¿Y tú, Fabián? —preguntó la posadera. 

—A mí me da igual todo —dijo con la boca torcida y la mirada perdida en el blanco de las paredes. 

—Entonces, otro vasito de aguardiente —repuso Carmita.

              
                                                                    SOBRE EL AUTOR

Jesús Villanueva Jiménez nació en Ceuta en 1969, llegó a Tenerife a los 7 años. Es empresario. Antes de “El Fuego de Bronce” publicó el poemario “Sobre la Nube Gris”. En breve publicará su segunda novela, cuya trama se desarrolla en la antigua Roma, en el siglo I a. J.C.; y un libro sobre relatos cortos y poesía. Además, publica cada domingo en La Opinión de Tenerife una serie de relatos cortos, “Cosas que pasan”. Ha publicado diversos artículos sobre La Gesta del 18 de Julio de 1797 en La Opinión de Tenerife, Canarias 7, El Día y la revista militar Hespérides. 

Quiero agradecer profundamente a Jesús Villanueva, no solo el gran trabajo realizado en éste libro, sino su total y absoluta colaboración para la realización de este post y el haber despertado, después de la lectura de tan apasionante novela, mi olvidada pasión por la lectura. La fusión entre ficción y realidad hacen que la lectura nos emocione intensamente. Por todo ello les recomiendo que no dejen de leerlo y adquirirlo en las principales librerías de toda España.

domingo, 4 de marzo de 2012

LICOR DE MORA, ARICO.

Un conjunto de pequeños caseríos componen la parte alta de Icor, La Fuente Nueva, Lomo Oliva, La Florida, Madre del Agua, La Chajaña, El Bueno, Los Colmeneros. Están ubicados en el Noreste del municipio, entre los 600 y 900 metros de altitud, encontrándose entre 8 y 14 kilómetros de distancia estos caseríos del eje principal. 

El aislamiento y la evolución histórica de las Islas Canarias llevó a producirse un gran éxodo entre la población de la zona, lo que se ve reflejado en la gran cantidad de casas y cuevas abandonas, que reflejan un pasado de gran desarrollo vinculada principalmente a la agricultura. Es un verdadero lujo recorrer estos Altos de Arico, en El Bueno, por un pinar típico de la vertiente Sur, con esa mezcla de colores del ocre del jable o zahorra y el verde de los pinos, o el azul del cielo y del océano.
Cuando uno se embriaga en un paisaje insospechado, lleno de cerrajas, pinocha, escobones, jaras..... Cuando a veces se puede ver correr el agua por las "tajeas" y los canales, imaginas a las personas que durante siglos han recorrido estas tierras, a buscar leña, a cambiar semillas al norte, a trabajar en las galerías, a enamorar...recuperando fuerzas en su frescura. ¡Cómo puede uno querer tanto a un pueblo si no es habiendo conocido su historia y sintiendo el agasajo de sus moradores!
La gente del Bueno conservan el carácter ancestral del espíritu hermanado a la tierra, a las costumbres, a las tradiciones, a la cultura agrícola, gente fiel al respeto y sobre todo a la palabra.




Es en este paraje, en el que nace la persona que ha hecho posible sin ningún género de dudas que pueda escribir este Blog, mi padre, Alfonso Sacramento Marrero, que desgraciadamente ya no puede leer este merecido homenaje. Un verdadero hombre de El Bueno de Arico, fiel a las costumbre y tradiciones. Trabajador en su mas tierna juventud en las Galerías de agua de las cumbres del municipio, para posteriormente al regresar del servicio militar, ejercer de conductor de Guaguas y Taxista. En este pino esrengado es donde mi padre y sus hermanos disfrutaron de su infancia y donde mis hermanos y primos aprendimos sus juegos y sus batallitas. 


Y es en esta zona donde se encuentran una gran cantidad de morales para realizar de una manera totalmente artesanal este Licor de Mora.

Definición de licores:

Son bebidas alcohólicas que se obtienen después de un largo y elaborado proceso de destilación, para a continuación darles aromas y sabores. Su color es brillante y vivo y su sabor fuerte y dulce, con una alta graduación, entre 25º y 56º según las mezclas.
Historia de los licores:
Se remonta a la edad media y lo elaboraban los físicos y alquimistas como posiones amorosas, fines medicinales, remedios afrodisiácos y cura problemas. Logrando sus objetivos realmente porque se desconocía su gran contenido alcohólico. Según diferentes escritos se decía que los ancianos destilaban frutas, hierbas o plantas por sus altas propiedades curativas y tonificantes. A lo largo de la historia fueron llamados como bálsamos, elixires, aceites para finalizar con el nombre con el que los conocemos en la actualidad, es decir, licores.
Hay tres tipos diferentes de licores:
Los elaborados con una sola hierba. 
Los elaborados con una sola fruta. 
Los elaborados por mezclas de frutas y/o hierbas.
Existen dos métodos de elaboración de los licores, el primero destila todos los ingredientes a la vez para a continuación endulzarlo y el segundo que agrega las frutas o las hierbas a la destilación base. Siendo este último el mas aconsejable para conservar el brillo, la frescura y el sabor de los ingredientes.

Esta es la Bodega de Pepe Acosta donde en la actualidad se continua con la labor que iniciaron conjuntamente mi padre y él. Siguiendo los mismos proceso de fabricación que hace mas de 25 años.



En los inicios se embotellaba en las mismas botellas de vino, pero hoy día no solo se utiliza una botella mas acorde a un licor, sino que además se le incorpora una etiqueta en la que se puede leer: "LICOR DE MORA" ARICO PINO ESRENGADO elaboración artesanal.