viernes, 16 de diciembre de 2011

LA COCHINILLA EN CANARIAS



Historia
Se conoce con el nombre de cochinilla, al insecto "Dactylopius Coccus Costa" que crece y se reproduce sobre las tuneras "opuntia vulgaris". Es original de América concretamente de países como Perú, México, Colombia, Ecuador, Chile y Bolivia, se cría en los tallos de las tuneras y se alimenta extrayendo su savia de ellas.
El uso principal de la cochinilla es la extracción de un colorante compuesto por dos sustancias conocidas que son el carmín y el ácido carmínico, materia colorante empleada en industrias alimentarias, textiles, farmaceúticas y cosmética. En Perú se le conoce con el nombre de cochinilla del carmín y  grana cochinilla en otros países. Las Islas Canarias es otra de las partes del mundo donde se puede encontrar cochinilla. Canarias estaba a comienzos del siglo  sumida en una grave crisis económica por la carencia de un cultivo predominante para la exportación. 


Hasta 1784, en el Señorío de Adeje en Tenerife, no se experimentaron los primeros cultivos, aunque los ensayos mas conocidos fueron en 1822 donde obtuvieron un gran éxito. Al principio se produjo un fuerte rechazo por parte de los agricultores, porque consideraban a la cochinilla como una nueva plaga del campo. En el espacio de diez años se consiguió un fuerte desarrollo y el aumento de terrenos dedicados al nuevo cultivo.
Fue a partir de 1840 cuando creció el cultivo de forma vertiginosa, especialmente en la isla de Gran Canaria. Las Islas vuelven a conocer un desarrollo agrícola y comercial semejante al alcanzado con la caña de azúcar y el vino. Llegó a alcanzar el 90 por ciento de las exportaciones, transformando sustancialmente la economía. La exportación en ése año fue de 35.420 kilos alcanzando en el año 1850 la cantidad de 359.720 kilos llegando en 1870 a la máxima cantidad exportada 2.778.400 kilos. Pero a la vez que aumentaba la producción, los precios conocieron un considerable descenso que comenzó a preocupar a los agricultores canarios. Esta bajada de precios fue motivada por la aparición en el mercado de colorantes artificiales o anilinas. A pesar de la caída de la cochinilla como cultivo predominante para la exportación en el último cuarto del siglo XIX no se dejó de cultivar ni exportar para abastecer a fábricas de carmín, bebidas o embutidos. 


En la actualidad, en los tunerales canarios que crecen espontáneamente, la cochinilla se reproduce de forma natural. Después de un siglo y medio no ha llegado a la desaparición total la cría de este insecto homóptero, de donde se obtiene un tinte natural e inocuo de color rojo, porque se mantiene en la isla de Lanzarote como una actividad económica con arraigo. Los pueblos de Guatiza y Mala son el último reducto de la cochinilla y su cultura, creando un paisaje singular que identifica a estas dos poblaciones del norte de la isla conejera. Aunque solo con una producción anual aproximada de dos toneladas.


Su morfología consiste de un cuerpo dividido en cabeza, tórax y abdomen.
Los estados del ciclo de vida de la cochinilla son: para la hembra, huevo, ninfa I, ninfa II y adulta; para el macho: huevo, ninfa I, ninfa II capullo, pre-pupa, pupa y adulto.
La alimentación tanto de las hembras como de los machos depende de la extracción de la savia de las pencas mediante sus estiletes.
La hembra llega a poner hasta 400 huevos y tiene un tamaño de unos 6 mm y apenas se mueve en las hojas. El macho, más pequeño y con alas, no supera los 2,5 mm. De la hembra se extrae un tinte, también llamado carmín.


viernes, 9 de diciembre de 2011

ARTESANIA: EL BARRO

Probablemente la artesanía más popular en Canarias sea la del barro, y si algo podría favorecer su desaparición es la falta de uso de los recipientes tradicionales en la cocina. Esta actividad , practicamente doméstica, era realizada por las mujeres hasta mediados del siglo XX, ayudadas por los hombres en las tareas de recogida del barro y horneado de las piezas. Este tipo de artesanía se realizaba en Canarias siempre sin torno, concretamente por el proceso de urdido (a base de los denominados churros), una técnica usada habitualmente en el Norte de África entre los bereberes y única en Europa, sobre una base de piedra o madera, normalmente sentadas en el suelo, de rodillas o de pie como se hace en Tenerife, hacen un hueco en un trozo de barro y le van dando forma hasta conseguir el fondo para a continuación agregarle churros de barro cilíndricos para construir la pared, alisándose con un callado y rematando el borde, se le colocan a continuación las asas y una vez seco se quita el barro que sobra, después se va alisando con un callao poroso y con uno fino, se deja orear y se le da almagre finalizando la pieza con el alisado, para lo que se utiliza un callao fino.


Los centros de producción mas importantes localizados en Tenerife fueron los de Candelaria, San Miguel, San Andrés, La Victoria, La Guancha y Arico. A día de hoy la alfarería popular canaria es casi una reliquia, aunque se pueden contemplar en diferentes ferias de las Islas la belleza de las tallas, (ollas para guisar, tostadores de castañas, escurridores, braseros y recipientes de todo tipo). El barro de Tenerife es de origen volcánico y pertenece a una arcilla llamada betonita, de gran plasticidad. Es necesario la mezcla con arena y barro flojo para que las piezas no se puedan resquebrajar en la cocción. Normalmente iban al barranco a por la arena y lo llevaban hasta la casa, mojándolo y poniéndolo al sol, se le quitaban las piedras majándolo con un mazo de madera y se ponía en un cubo en remojo con agua hasta que el barro se encontraba esponjoso, que era cuando se amasaba o se pisaba con la arena para a continuación finalizar haciendo las pellas de barro, a partir de este tratamiento el barro estaba totalmente preparado para ser utilizado.


A pesar que la artesanía del barro es de las mas estudiadas en el archipiélago, todavía no es posible conocer como se realizó el pase de cerámica prehispánica a cerámica popular. En Canarias excepto en La Palma y Lanzarote se utilizaba el horno, de una sola cámara, desde los tiempos de la conquista. En la base del horno, que se hacía con lascas de piedra volcánica, se colocaban todas las piezas con la boca hacia el exterior, entongadas sobre una cama de leña, se le echaba leña de sarmiento, brezo o restos de poda hasta que se ponían los recipientes al rojo vivo, luego se dejaba enfriar las piezas hasta el día siguiente tapando el orificio y ya se concluía la obra de artesanía. Sin ningún género de dudas son los nuevos materiales de utensilios de cocina y las exigencias del turismo que llegó al archipiélago a mediados del siglo XX, que se pasó al uso de nuevos materiales, con precios más competitivos, lo que propició que el arte tradicional de nuestra artesanía fuese cayendo en desuso e impidiendo la continuidad de este oficio.


 Es curioso contemplar la diferencia tan enorme entre los diseños de las vasijas prehispánicas de las Islas, no obstante todas tenían en común la armonía y la belleza de sus formas. Estas vasijas utilizadas originalmente para el uso doméstico se destinaban, además,  como obras de arte funerario y ceremonial.


Según la opinión de muchos antiguos artesanos canarios, las piezas tradicionales canarias no deben hacerse jamás con un torno. Máximo natural de la Victoria de Acentejo es de los que a pesar de que quiere ganarse la vida con su oficio, dedica mucho de su tiempo, esfuerzo y creatividad, a idear formas nuevas,  olvidándose de formas comerciales, ampliando su muestrario de piezas a un mundo más creativo y moderno, respetando las técnicas tradicionales de elaboración del barro y de las piezas,  fabricadas de manera artesanal.


Pese a la difícil situación comercial y económica que  atraviesa nuestra Sociedad,  Máximo es una persona entusiasta, siempre  animoso,  motivado principalmente por el gran amor que siente por su oficio.  Todo artesano espera que en algún momento sea reconocido su trabajo, pues éstos luchan porque no sea sólo un objeto de culto o decoración sino que además sean piezas realmente útiles.

 

Esta es la posición  en la que Máximo realiza su trabajo, de pie, sin torno, colocando los churros de barro y trabajando, con sus rudas pero sensibles manos, dándole la forma y belleza a la pieza que está elaborando, sin perder nunca la sonrisa y el entusiasmo.


Este es el resultado final de muchos días, semanas y meses de trabajo en el diseño, pruebas, elaboración y ejecución de la obra.


Nuestra lucha canaria, deporte vernáculo,  es otro de los motivos que Máximo ha plasmado en su obra y que define muy bien su personalidad: noble, luchador, sacrificado y entregado a su trabajo.


lunes, 5 de diciembre de 2011

BODEGA ZACATIN

La comarca Tacoronte-Acentejo está situada en la vertiente norte de la isla de Tenerife, y tiene un área cultivada aproximada de 2.422 hectáreas de viñedos, que representa el 40% de la superficie cultivada en la isla y el 20% de la superficie vitivinícola de Canarias,  es la zona más densamente cultivada de viñedos en el archipiélago canario. En Tacoronte-Acentejo se cuenta con 48 bodegas embotelladoras, y su territorio geográfico atraviesa los municipios de Santa Cruz de Tenerife, San Cristóbal de La Laguna, El Rosario, Tegueste, Tacoronte, El Sauzal, La Matanza de Acentejo, La Victoria de Acentejo y Santa Úrsula. Los viñedos aprovechan bien el sol y el suelo volcánico sobre el que se desarrollan. Las plantaciones se encuentran en bancales, en pendientes orientadas al norte y de cara al mar. Sol, brisa y tierra volcánica junto al mar, son los ingredientes naturales  por los que adquieren su personalidad estos vinos. 
 

En la zona del Zacatín en la parte alta de la Corujera del pueblo norteño de Santa Úrsula se encuentra situada esta bodega, cuyo propietario José Eladio Pérez Arbelo nos la muestra orgulloso por el trabajo realizado en ella. Con una producción de aproximadamente 8 a 9 mil litros de un gran vino tinto y una elaboración, fermentación y conservación practicamente ecológica. 
Con motivo del dia de San Andrés y la apertura de las bodegas, en la víspera, me acerqué invitado por nuestro amigo Eladio para comprobar el cariño y respeto que sienten por él unos cientos de amigos venidos de todas partes de la isla y apreciar no solo su buen vino nuevo sino además sus castañas y rancho canario acompañado de jareas.
 
 

Los depósitos de acero inoxidable utilizan el sistema siemprelleno, que evita que el vino entre en contacto con el aire, lo que favorece la conservación, ya que el oxígeno es el principal agente causante del deterioro del vino. Estos depósitos, no solo pueden ser utilizados para la conservación, ya que dadas sus cualidades de resistencia, inalterabilidad y grosor de su acero, también permiten la maceración y fermentación en su interior, prescindiendo de su tapa. 


 En la elaboración del vino que cosecha esta bodega se despalilla y estruja ligeramente la uva (listán negro) para facilitar una mejor liberación del mosto. El tiempo de encubado puede oscilar alrededor de 5 días a una temperatura de 28ºC. El prensado se realiza con prensa neumática. La graduación está comprendida entre 12% y 13'5% Vol. El color es rojo cereza con tonos violáceos, buena capa, vivo y brillante, siendo el aroma intenso y frutal, rico en matices que recuerdan a frutas rojas. En boca es seco, con buena estructura, equilibrado en sus componentes y ligeramente tánico, final muy agradable y persistente.


Vino tinto cosecha 2010



Bodega Zacatín

Jose Eladio Pérez Arbelo

 Calle Canal nº 11
La Corujera
38390 SANTA URSULA

Teléfono: 637 417 156 / 922 30 13 99

bodegazacatín@hotmail.es
www.bodegazacatín.com




sábado, 3 de diciembre de 2011

ARTESANIA: ESFUERZO Y DEDICACIÓN

Además de los oficios aborígenes como el trabajo en cuero, la talla en piedra y la cerámica, con motivo de la conquista, se incorporaron también las artes textiles,  los calados, los bordados, la fragua, la cestería y la tejería.


La artesanía y las tradiciones  en los años sesenta del siglo pasado se vieron amenazados por las copias orientales, fabricadas de una manera totalmente industrial y mecanizadas, con unos costes infinitamente inferiores. No se toma verdadera conciencia del problema hasta los años ochenta en que la Consejería de Industria aporta ayudas al sector. Sin duda alguna ésta reacción es la que ha posibilitado que no desaparecieran muchos de los oficios artesanos que se mantienen en la actualidad. La condición para que los artesanos sobrevivan con su trabajo es asegurar "la venta", la mayor parte de los productos artesanos han dejado de tener la funcionabilidad cotidiana que tenían para pasar a ser objetos o piezas meramente decorativas o artísticas.


La mayoría de los artesanos carecían de un taller para exponer y vender sus obras. Con la implantación de las Autonomías se potencian las Ferias de artesanía tanto municipales, insulares como regionales, siendo organizadas por los Ayuntamientos, Cabildos y Gobierno de Canarias. De manera que el producto llegue directamente del artesano al comprador, siendo una manera de valorar en mayor medida el trabajo realizado por el artesano y reducir los costes al no haber intermediarios.



Sin duda alguna la pasión y el entusiasmo que ponen en su vida los artesanos, hace que no pierdan la ilusión por su trabajo, mantengan un talante jovial y cercano a pesar de las dificultades propias del sector. Es precisamente el trabajo el que les hace huir de la monotonía y desánimo. No regatean en el esfuerzo empleado en su trabajo ni del tiempo para realizar sus obras, dependan o no de él para salir adelante económicamente.


La artesana Candelaria Rosa Díaz natural del pueblo sureño de Güímar y residente en Santa Cruz de Tenerife desde hace casi 60 años, con carnet de  artesana Muñequera nº 589/04 es una de tantas mujeres que han hecho de la artesanía no solo su profesión, sino su forma de vida. Pese a sus ya ochenta años participa desde hace varias décadas en todas las ferias de las Islas. Dedica día y noche a la elaboración artesanal de sus muñecas con los trajes típicos de nuestras islas. No deja de sorprender, al que no la conozca, la ilusión que trasmite en la preparación de la siguiente feria.



Estos son algunos de los trabajos realizados totalmente artesanales, sin que medie máquina alguna, consiguiendo plasmar, hasta el más mínimo detalle, todos los elementos de estos complicados trajes típicos.


Fuiste la sonrisa de mi infancia
Eres mas que una joya y su elegancia
Los años no envejecen tu dulce mirada
Iluminas mi conciencia, mi sentido
Pureza acaricia el fondo de tu alma.

Dibujas el camino cuando estoy perdido
Intentarías todo por estar conmigo
Abrazas mi espalda cuando tengo frío.

Me tocas con tus manos tiernas, bellas
Abres tu corazón para escucharme
Alcanzarías por mi, miles de estrellas...  
 
//Gracias Mamá por tu amor, sacrificio y grandeza. Te quiero//




jueves, 1 de diciembre de 2011

EL CASTILLO DE SAN JUAN BAUTISTA


EL Castillo de San Juan Bautista emplazado en la Caleta de Negros fue después de la construcción de Paso Alto la tercera fortaleza con la que contaba el Puerto de Santa Cruz de Tenerife, En 1619 el Puerto de Santa Cruz no podía ser defendido solamente por el Fuerte de San Cristóbal ya que precisamente por la Caleta de los Negros se exponía a un desembarco. Por ello se mandó construir en 1641 siendo financiada la obra por una exigencia personal del Capitán General Luis Fernández de Córdoba y Arce a los vecinos con una contribución, siendo finalizadas las obras en 1643.

 
En el siglo XVII estaba defendida por siete cañones. En 1669 solo contaba con dos cañones de hierro y cuatro cañones de bronce.


Está situado entre el Parque Marítimo y el Auditorio de Santa Cruz en la Avenida Marítima, constituida por una torre circular en el frente del mar con una explanada al descubierto y cinco parapetos con troneras para situar las piezas de Artillería. Además de alojamiento para el Alcaide, un almacén de pólvora y repuestos de artillería y vivienda para los soldados.


El acceso a la torre era a través de una potente escalera de piedra que estaba separada de sus muros por un puente levadizo de madera, de las distintas dependencias salía la escalera de acceso a la plataforma de piedra y con parapetos, almenas y troneras.


En el mes de julio de cada año es cuando tiene lugar en los alrededores del Castillo la Recreación de la batalla y gesta del 25 de julio en la que se conmemora el intento fallido del Almirante británico Nelson de invadir la ciudad y además el archipiélago.


Es en esta foto donde puede apreciarse la solidez y robustez de una fortificación antigua ante la belleza y armonía de lineas y dificultad de construcción de una edificación moderna.


Es a mediados del siglo XVIII, exactamente en el año 1756 cuando la originaria fortificación vio modificada la parte que mira hacia el mar, presentando un aspecto deplorable motivado por el embate de las olas. Este nuevo proyecto fue ejecutado por el Ingeniero y Teniente Coronel Alejandro de los Ángeles.