ERIZOS DIADEMA

Los erizos diadema sustituyen la vida marina por desiertos blancos.

Existen muchas especies de erizos en los fondos marinos. Sin embargo, en Canarias, el erizo diadema o de púa larga se ha convertido en una plaga, ya que la sobrepesca de sus depredadores ha facilitado que se multipliquen sin control.

Los blanquizales se forman porque los erizos eliminan las algas, impidiendo la presencia de animales herbívoros, así como de los peces que se alimentan de ellos. Esto genera un ecosistema empobrecido donde las especies que abundan son los propios erizos y peces de pequeño tamaño.

Una de las mejores maneras de controlar las poblaciones del erizo diadema es favorecer a sus depredadores naturales:

• Evitando recolectar estrellas de mar, busios y tamboriles espinosos, tanto en los charcos como durante las inmersiones deportivas y la pesca submarina.
• Respetando las tallas mínimas y las cuotas de captura establecidas, sobretodo de samas roqueras, bocinegros, sargos, gallos y pejeperros.
• Diversificando los lugares de pesca para no esquilmar la zona.

"Los primeros blanquizales comenzaron a aparecer en los años 60 del siglo pasado. Hoy ocupan un 26% de toda la superficie de fondos marinos someros de Canarias, área que está continuamente en aumento. Las islas más afectadas son las de Fuerteventura y Tenerife, con hasta un 34% de superficie afectada. Si en lugar de considerar toda la superficie de fondo, tenemos en cuenta sólo los sustratos duros rocosos, que son el hábitat adecuado para el erizo, el panorama es aún más desolador. Un 65% de la superficie rocosa de Canarias está ocupada por el blanquizal, y en algunas islas, como en La Gomera, esta superficie llega a ser de un 93%. Los fondos de algas diversas y las praderas submarinas de seba (Cymodocea nodosa), que son los ecosistemas capaces de mantener comunidades ricas con gran variedad de organismos, están en serio peligro en Canarias"

Para no convertirte en un aliado del erizo diadema, evita la sobrepesca y el coleccionismo.

Fotos de Patricia María Molina Rodríguez