La pimienta, como ha ocurrido con las Papas Antiguas de Canarias, tiene unas cualidades diferenciadoras debidas al clima de esta región española, o las condiciones ambientales tan benignas para este cultivo, que han supuesto una diferenciación única para lo que son, pimientas canarias, nacidas por este clima, este suelo y en definitiva unas condiciones únicas para llegar a lo que hoy son estas pimientas que aportan a cada plato un puntito de exquisitez. Un cultivo que se ha mantenido a semejanza de quién tenía su plantita de perejil o culantrillo, en una macetita o en el huertito, junto a la casa, para tenerla al alcance cuando se le ofrecía… o disponerla para macerar en aceite o vinagre de vino. Platos son los que hay en canarias, llenos de sabor y agradable textura, y donde uno de sus ingredientes suele ser la pimienta, en alguna de sus variedades, siendo la de mayor uso la variedad llamada “Palmera”, por ser la menos picante y de uso en mayor cantidad, luego la “Puta la Madre”, un fisquito pues pica lo suyo...
Un cultivo que se ha mantenido por la constancia del agricultor tradicional, o la mujer del agricultor, que como hemos comentado ha dado un trabajo más que importante que veces no se ve, al verse más el resultado que la voluntad y esfuerzo que hay detrás…
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